El altar del Cachorro, después de desplomarse las velas, con unos cirios colocados de manera provisional |
Pasadas las ocho de la tarde, cuando varios miembros de la familia Santizo se encontraban encendiendo el altar de quinario,uno de los candeleros cayó sobre el altar, con tan mala fortuna que provocó un efecto dominó sobre el resto de los 110 puntos de luz que componían el conjunto.
Por fortuna, los candeleros cayeron hacia fuera, salvo algunos que llegó a hacerlo cerca de la Virgen del Patrocinio, que se encuentra junto al Cachorro durante los cultos. Esto provocó momentos de nerviosismo en el templo; varios hermanos saltaron de los bancos para actuar y dio tiempo a retirar los cirios que cayeron cerca de la Virgen. La casualidad ha querido que este susto, sin mayores consecuencias, se produzca en la semana en la que se cumplen 40 años del desgraciado incendio de la Virgen del Patrocinio.
Pasados unos minutos del percance, el hermano mayor, Marcos Talavera, se dirigió desde altar a los hermanos pidiendo disculpas y dando gracias por que, por fortuna, no ha habido que lamentar daños materiales.
Posteriormente, el ejercicio de quinario se ha desarrollado con normalidad contando con una brillante predicación del sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez Dalp y una masiva asistencia de fieles que llenaban la basílica.
Extraído de http://www.semanasantadesevilla.tv/?p=1293
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