Todos los relatos conocidos de la invención de la Imagen de Nuestra Sra. De Gracia se basan en un manuscrito, hoy desaparecido, redactado probablemente a fines del siglo XVI por un fraile jerónimo del monasterio de Carmona. Tras la disolución del monasterio en el siglo XIX, el citado manuscrito llegó a poder de D. Sebastián Gómez Muñiz, párroco de la iglesia de Santa María de Carmona, y autor de diversos libros, entre los cuales se cuenta uno, publicado en 1890, en el que utiliza y en gran parte transcribe lo que él denomina crónica del monasterio del Ntra. Sra. De Gracia. Según todos los indicios, se trataba de un libro en el que se recogieron los milagros realizados por intercesión de la Virgen de Gracia.
El manuscrito en cuestión fue consultado en el siglo XVII por el Padre Arellano, autor de la primera Historia de Carmona, y, ya en el siglo XVIII, por el compilador del Cuaderno de noticias referentes a la invención de la Imagen de la Virgen de Gracia y por el anónimo “Curioso Carmonense”, autor de una interesante Historia de Carmona. El relato de la invención de la Imagen de la Virgen es básicamente el mismo en todos los textos que acabamos de citar, aunque, como es lógico, existan variantes entre ellos, algunas de cierta importancia, como veremos enseguida. En resumen, todos ellos coinciden en poner de relieve los siguientes elementos de la narración:
Fotografia oficial de la virgen de Gracia
1.- Ocultación de la imagen de Ntra. Señora, a poco de ocurrida la conquista de Carmona por los árabes, “en lugar y cueva escondido... porque no viniese a manos de la gente bárbara”, donde permanecería mas de 500 años.Es la mejor opción de esta historia de la señora
2.- Tras la conquista y repoblación por los cristianos, la Imagen fue descubierta, en una gruta o cueva, por un pastor, quien dio aviso del hallazgo a los clérigos de Carmona. Al difundirse la noticia, el pueblo acudió en masa a la cueva, y la imagen de la Virgen fue llevada al pueblo en procesión.Fue la dicha aparición de la señora en carmona previamente ocultada en la gruta o cueva.
3.- A la mañana siguiente, se descubrió que la imagen había regresado milagrosamente a la cueva donde había sido hallada. El prodigio fue interpretado como señal evidente de que la voluntad de Ntra. Señora era que su Imagen permaneciese en el lugar donde había permanecido oculta durante varios siglos. Por ello la villa levantó allí mismo una pequeña iglesia o ermita donde comenzó a rendírsele culto bajo la advocación de Virgen de Gracia,un dato de la que podríamos llamar leyenda puesto que la virgen de gracia se encuentra en la real parroquia de santa maría de gracia.
Momento de La coronación canónica
Dejando de lado otras posibles lecturas, la leyenda de Carmona contiene casi todos los elementos de este tipo de tradiciones: invención, tras la reconquista, de una imagen oculta durante la dominación musulmana; asociación del lugar de la invención con una fuente y una cueva. El carácter humilde de la persona a través de la cual se produce el hallazgo: un pastor, un niño, un campesino...Y, por último, la voluntad expresada milagrosamente por la Virgen de recibir culto en el lugar donde había sido encontrada, dato éste que, en el caso de Carmona, sucesivos responsables del culto a la Imagen (santeros, ermitaños y capellanes, en su primera época, y, desde 1477, los frailes isidros y jerónimos) de impedir que se les arrebatara por parte del clero parroquial el monopolio sobre el culto a la venerada Imagen de Ntra. Señora, y sobre los beneficios económicos que del mismo se derivaban.
Quedan, no obstante, algunos puntos oscuros. El primero sería el del momento en que se inició el culto a la Imagen de Ntra. Sra. De Gracia. Parece lógico suponer, si hemos de seguir la tradición, que la devoción comenzó a dar sus primeros pasos a raíz de la invención milagrosa de la Imagen. ¿Cuándo se produjo este hecho? La opinión aceptada – y, prueba de ello es la celebración en el año 1990 del VII Centenario del suceso- es que el hallazgo ocurrió en 1290. Sin embargo el manuscrito de fines del siglo XVI, hoy perdido, donde por primer vez se dio forma a esta tradición, no precisaba la fecha del acontecimiento.
Así pues, a fines del siglo XVI – es decir, transcurrida ya la primera etapa de la historia del monasterio y producida su plena integración en la Orden Jerónima – la cuestión seguía sin resolverse. La necesidad de resolver esta cuestión llevó a los frailes jerónimos a proponer la fecha de 1290 que mantenía el milagro dentro de los límites de esos más de quinientos años – ahora eran exactamente 575 años – que según la tradición, estuvo oculta la Imagen de Nuestra Señora.
Pero, vista las cosas desde otra perspectiva, la fecha de 1290 no es tan caprichosa como a primera vista pudiera parecer, y responde, tal vez, al momento –finales del siglo XIII o comienzos del siglo XIV – en que el culto a la Virgen de Gracia dio sus primeros pasos. Evidentemente se trata de una estatua de estilo gótico, que se mantiene dentro de una tradición iconográfica que tanto puede corresponder al siglo XIII como al XIV. Lo que está claro es que no se trata de una estatua visigótica, como pretende la leyenda. El manuscrito de fines del siglo XVI responde, de forma indirecta, a esta cuestión, al referirse al más antiguo de los enterramientos conservados en el Iglesia del monasterio.
A partir de este momento, el culto a al Virgen de Gracia se desarrolló de una forma, diríamos, normal. Queremos decir que debió convivir durante mucho tiempo con otras devociones más o menos populares, como la de Ntra. Sra. De la Antigua, Ntra. Sra. Del Real, Sta. Maria del Alcor de Sta. Maria de las Cuevas. En cualquier caso, e independientemente de que la devoción popular experimentase a lo largo del tiempo las lógicas oscilaciones, parece que el culto a la Virgen de Gracia estaba bien organizado y gozaba del respaldo del clero parroquial o de la Universidad de Beneficiados de Carmona, institución que agrupaba a la totalidad del clero secular de la villa. De hecho, el culto estaba atendido por los capellanes locales. Más tarde, al pasar a depender la ermita del patronato de los reyes, fueron los propios monarcas los que designaban a los capellanes encargados de ella.
El gran momento en la historia del culto a la Virgen de Gracia se produjo en 1477 cuando la ermita se convirtió en monasterio. A raíz de una visita al monasterio de San Isidoro del Campo (Santiponce), Isabel la Católica, en su condición de “patrona” de la ermita de la Virgen de Gracia, nombró administrador de la misma a fray Juan de Melgarejo, prior del citado monasterio, y a sus frailes.
Arropado el culto de la Virgen de Gracia en torno a una comunidad estable de unos seis frailes – ninguna de las otras imágenes que podía competir con la de la Virgen de Gracia por el fervor popular contaba con esta infraestructura humana -, las festividades marianas en el nuevo monasterio debieron tener desde un principio un aire de solemnidad nuevo que atrajo, primero la curiosidad de la gente, después la generosidad de los poderosos y, más tarde, a masas crecientes de devotos, que acudían movidos por la fama de los milagros que se atribuían a la Virgen de Gracia. Se había establecido, de forma predominante y casi exclusiva, la devoción y el culto a la imagen venerada en la antigua ermita, arrinconando y haciendo casi olvidar otras advocaciones marianas que habían gozado en tiempos de gran popularidad. Esta nueva situación debió producirse entrado ya el siglo XVI. Todavía a fines del siglo XV, el monasterio de la Virgen era una centro devocional entre varios, tal vez el más importante de Carmona, y junto a él conservaban aún bastante popularidad la antigua ermita de Santa María la Real y algún otro monasterio y ermita.
La Virgen de Gracia, utilizando el vehículo de los milagros – que es el más habitual y efectivo -, va ganando fieles desde el siglo XV hasta convertirse en el siglo XIX y hasta el momento presente en símbolo indiscutible del pueblo de Carmona.
A finalizar el siglo XVII la imagen remonta su popularidad y llega a convertirse de nuevo en la gran protectora del pueblo. Desde las últimas décadas del siglo XVIII y hasta 1834 la Virgen será solicitada decenas de veces para que acuda al pueblo y les salve de la enfermedad y la penuria económica. Los cabildos van a tomar la iniciativa de traes –hacer subir- a la Virgen hasta la iglesia prioral de Santa María para hacerle funciones –novenas y procesiones- y así conseguir el bien buscado. Se inicia de esta forma una práctica que terminará con la permanente presencia de la imagen en el pueblo a partir de 1835 como consecuencia de la desamortización.
Tenemos la impresión de que las subidas de la Virgen se convirtieron para Carmona en la mayor de las celebraciones festivas. Su excepcionalidad –solo se justificaba la subida por una causa relevante o catastrófica – añadía , si cabe, mayores motivos de interés a la fiesta, sin olvidar la tensión social que el hambre o el miedo a la enfermedad y a la muerte pudiera crear.
Cueva donde "Apareció" La virgen de gracia
Esta línea ascendente de predominio de la Virgen de Gracia se ponde de manifiesto en el consideración como patrona que ha tenido a lo largo del tiempo, aunque no lo fuera canónicamente hasta 1818 cuando culminaron las gestiones declarándola patrona el Papa Pio VII. En 1897 se reconfirma el acuerdo.
Tras la desamortización de ley de Mendizabal y la consiguiente salida de los frailes jeronimos, el ayuntamiento aprovecha la ocasión para reclamar la Imagen y de esta manera trasladarla y entronizarla en el primer templo de la ciudad, la prioral de Santa Maria y así poder estar más cerca de sus fieles y devotos.
Ya dentro de nuestros días más concretamente el 18 de marzo de 1948, el ilustrísimo señor Vicario General del Arzobispado de Sevilla aprueba las Reglas y creación de la Hermandad de Nuestra Sra. De Gracia. La cual compuesta por seglares activos y fervorosos, se ha encargado desde entonces de la organización de todos los actos y cultos de la Señora, así como extender aún más la devoción hacia la Imagen.
El 15 de septiembre de 1990, fecha no por soñada menos esperada por tantos miles y miles de carmonenses bien nacidos, tiene lugar en un impresionante altar montado para la ocasión junto a la puerta de Sevilla, la Coronación Canónica de la Santísima Virgen de Gracia. La culminación a este acto es un recorrido por las calles de Carmona llegando incluso hasta la ermita.
Actualmente la hermandad tiene censados aproximadamente 2.370 hermanos repartidos por toda la geografía nacional. Así mismo existe la hermandad filial de la Stma. Virgen de Gracia de Barcelona compuesta en su mayor parte por personas nacidas o descendientes de Carmona que emigraron en los años 60 y 70 a Cataluña.
Cada 8 de Septiembre en Carmona se celebra el besamanos y la misa en honor a la virgen de gracia, también es el santo de la persona que mas quiero que lleva este bonito nombre de su patrona.